En todos los aspectos legales es fundamental el papel que desempeña un Abogado laboralista, pero cuando se trata de reclamar un despido es evidente que este papel se intensifica. Queremos realizar algunas recomendaciones al respecto
Antes de que se produzca el acto judicial propiamente dicho, es obligatorio realizar un acto de Conciliación entre la empresa y el trabajador. En este acto no es obligatorio llevar Abogado, pero ciertamente sí que es lo más recomendable. Debemos contar con que la empresa va a ir siempre acompañada de sus propios Abogados, lo cual reducirá nuestras posibilidades si nosotros no lo llevamos. Por otro lado, también hay que contar con que el proceso de despido es complejo desde el punto de vista legal, y no todos los trabajadores tendrán suficientes conocimientos o experiencia para afrontarlo por sí solos. Una vez más, lo prudente sería acudir a un profesional que nos ayude.
También queremos resaltar lo importante que es elegir específicamente a un Abogado, y no a un Graduado Social, el cual también está permitido en este tipo de procesos. Solamente el Abogado es el que tiene un conocimiento completo del ordenamiento jurídico, mientras que en el caso de los Graduados Sociales este conocimiento se reduce considerablemente. Por otro lado, algunos recursos –es decir, cuando recurrimos una Sentencia por no estar conformes- sólo pueden hacerlo los Abogados. Es el caso de presentar recursos de casación.
El papel del Abogado durante un despido es muy versátil: intentará mediar con la empresa, revisará los motivos del despido buscando alguna irregularidad, y ejercerá la defensa del trabajador si finalmente el asunto llega a juicio. Es importante no tardar demasiado a la hora de iniciar los trámites, ya que el tiempo para reclamar un despido es limitado: 20 días hábiles.